ALEA ANTE LA ESCALADA DE ATAQUES FASCISTAS EN NUESTRA CIUDAD

El fascismo siempre ha sido el vehículo fácil del capitalismo para mantener a raya a su población. En España lo hemos vivido en la transformación vivida desde el año 1939 hasta 1976. 

Actualmente lo notamos en el aumento de acciones por parte de estos grupos, minoritarios pero activos, en numerosos países de Europa: Grecia, en primer orden, pero también Rusia, Noruega... 

Nuestra ciudad, capital de lo que fuera en su día los HammerSkin europeos, con su sede en la que lo fuera de España2000 (la antigua Bodeguita), ha alimentado -de forma directa o indirecta- este submundo de piruleta racial caducada.  En este caso, en menos de 15 días han sido atacadas dos sedes sociales por antonomasia. Una de ellas en dos ocasiones, el recién abierto ECL La Alcalina, y el CS 13 Rosas, sede del Partido Comunista de España. 

Podríamos hablar de la, supuesta, fuerza que tienen... pero sería ridículo admitirlo; ya que almacenan odio en cantidades industriales repartido por doquier. Inmigrantes, homosexuales, personas con pensamientos o religiones distintos a su ide-ario... Van contra la masa siendo "5" -en el caso de Alcalá 4000 y pico personas de más de 200000-. 

¿Qué hacer? Es la pregunta del millón. Piensen que nuestra situación es: “Primero arrestaron a los comunistas; como yo no era comunista, no hice nada. Más tarde vinieron a por los social demócratas, pero como yo no era social demócrata, no hice nada. Cuando vinieron a por los sindicalistas, no protesté, porque no era un sindicalista. Luego vinieron a por los judíos, pero como yo no era judío no hice nada. Finalmente vinieron a por mí y me arrestaron, y ya no quedaba nadie para protestar". (Martin Niemoeller)

Debemos pensar que nuestra indiferencia un día pasará por nuestra puerta, llamará, y caerá sobre nosotras o sobre nuestras vecinas y/o familiares. La cuestión es: 

¿Volveremos a caer en el error descrito por Niemoeller; o caminaremos, aprendiendo de la historia, para no cometer los mismos errores?