Normalmente cuando enfermamos -primer paso en este sentido: ¿Por qué enfermamos?- solemos tirarnos a las medicinas y recetario médico sin ser conscientes, en primer lugar, que las medicinas provienen originalmente de las propias plantas, y en segundo lugar que esas plantas, las sustancias que pueden extraerse, las podemos tener en nuestro huerto (urbano o no).
Pensábamos, en un primer momento, indicar los remedios que podemos utilizar en distintos casos, pero hemos preferido establecer esta tirada de entradas -vendrán más-, a partir de las plantas.
Comencemos por una de las más potentes:
Tomillo:
Los usos más populares del tomillo son aquellos relacionados con la digestión y el sistema respiratorio, en especial de la parte alta. Ello es debido a las propiedades carminativas y su poder para reducir gases y aerofagias en el primer caso, y por sus propiedades antisépticas, expectorantes y mucolíticas en el segundo.
Por su poder antiséptico, puede aplicarse incluso en heridas abiertas. Su acción purificante de la piel ayuda a equilibrar el cuero cabelludo, eliminando problemas de caspa. El tomillo se emplea también para problemas bucales como aftas o gingivitis. Las propiedades antimicóticas del tomillo, unidas a las antisépticas, le permiten tratar vaginitis e infecciones por Candida albicans.
El timol presente en el tomillo es la causa de sus propiedades antirreumáticas y antiinflamatorias. Y la naringenina a su vez favorece la circulación, siendo de gran ayuda en personas con problemas de riego. Posee a su vez propiedades antioxidantes, y por consiguiente, antienvejecimiento (no confundir con "el eternamente joven", eso no pasa).
El tomillo es un emenagogo, esto es, ayuda en las menstruaciones difíciles y dolorosas. Y por su actividad sobre el aparato circulatorio ayuda a reducir la intensidad de las migrañas.
Antiguamente el tomillo se empleaba para combatir parásitos intestinales.
En
la actualidad se estudia su acción sobre el sistema inmunológico y el
posible efecto sinérgico de su asociación con otros inmunoestimulantes.
Es probada su eficacia como preventivo de procesos gripales y catarrales.
Consumo de Tomillo
Se
puede hacer uso de los beneficios del tomillo en forma de infusiones,
decocciones, baños, mezclas con su aceite esencial, extracto, jarabe,
vahos y oleatos.
Todas las propiedades medicinales del tomillo, unidas a su baja toxicidad, permiten su aplicación en tratamientos prolongados.
¿Cómo cultivar Tomillo?
- La mejor época para sembrar tomillo es en primavera.
- Utiliza esquejes de una planta de tomillo para cultivarlo en casa.
- Llena una maceta o tiesto con sustrato para plantas y un buen sistema de drenaje para evitar que el agua de riego quede encharcada.
- Coloca el tiesto en un sitio donde reciba la mayor luz solar posible.
- Deberás sembrar el tomillo en en un suelo preferentemente seco y una zona donde dé el sol la mayor parte del día.
- En climas fríos, deberás proteger esta planta aromática de las heladas, ya que procede de zonas cálidas y no tolera demasiado bien el exceso de frío.
- Los riegos de esta planta deberán ser escasos, ya que el exceso de humedad le perjudica.
- En cuanto al abono, el tomillo no precisa ninguna fertilización especial.
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